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En una nueva entrega del espacio Amemt de EcoTV, Mariángeles Alzogaray, médica especialista en reumatología que forma parte del equipo de profesionales que atiende en los Consultorios de la Familia de San Martín 822, compartió detalles de la enfermedad que afecta las articulaciones y cómo actúa en las personas, independientemente de su edad.

En ese sentido, aclaró que no sólo las personas mayores consultan por enfermedades reumáticas. “Hay enfermedades infantiles que pueden cursar con artritis, como la poliomielitis, otras que se pueden presentarse entre los 20 y 40 años, entre os 40 y 60 y después de los 70 años”, explicó.

Asimismo, agregó que “hay estudios que indican que a partir de los 19 años puede haber artrosis”, que es un “desgaste articular y tiene que ver con las actividades que hacemos a diario” y ejemplificó que “un deportista a los 35 años puede tener artrosis en la rodilla por todo el desgaste que ha tenido y no puede jugar más”.

Después hay enfermedades muy específicas que pueden dar artritis, que implica que se inflame la articulación. “Hay más de cien formas de artritis. Cuando empieza el dolor articular hay que ver si es en una, en dos o en muchas articulaciones. Ahí vamos a saber más o menos qué tipo de artritis hay, pero al principio va a ser difícil”, planteó la profesional.

A más detalles, graficó que “una persona de 40 años que es muy activa puede empezar con mucho dolor articular”, lo cual es “difícil” ya que coincide con una etapa en la que el paciente es activo y “de repente no puede cumplir con su responsabilidad. Son situaciones muy críticas y suele demandar soluciones ya y a veces la reumatología es tiempo, es proceso, aguantarse el dolor”.

En materia de prevención, Alzogaray ratificó que “no hay una fórmula concreta” y en ese sentido intervienen factores como la genética y la carga en el trabajo. “No hay una herencia directa, pero sí hay una predisposición genética, que es más probable que las desarrolle”, resaltó.

Sobre los fármacos para los tratamientos, dijo que “están los que desinflaman y calman el dolor, que van asociados a los medicamentos que se utilizan para tratar las enfermedades reumáticas. Los tratamientos mantienen un promedio sin dolor y sin la necesidad de utilizar tantos analgésicos”.

Para cerrar, la médica planteó que el consumo de “suplementos dietarios, magnesio, calcio, y colágeno algo hará” para contribuir en la articulación. Pero si un paciente tiene una artrosis terrible, una deformidad, el colágeno no hará nada. Como suplemento cuando es reciente, muchas veces el cartílago se puede mejorar y recuperar”, concluyó.