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Invitada al espacio de Amemt en EcoTV, la otorrinolaringóloga Laura Villalta compartió claros conceptos y se enfocó en las consultas más frecuentes que atiende en los Consultorios de la Familia, de 4 de Abril 1097.

En ese sentido, aclaró que recibe pacientes de todas las edades, desde niños a adultos, en cuadros vinculados al oído, nariz y garganta.

En adultos, indicó que las consultas más frecuentes suelen estar vinculadas a la pérdida de la capacidad auditiva, mientras que en niños los ronquidos y sangrado de nariz, además de la patología infecciosa.

A más detalles, la profesional señaló que son “pocos” los sangrados nasales que revisten gravedad y que son “fáciles de controlar”.

“Uno se asusta porque el sangrado de nariz es muy elocuente, pero en la gran mayoría de los casos es benigno, fácil de resolver”, expresó para dar tranquilidad.

En niños, aconsejó que “lo primero que se hace es ser lo menos invasivos posible. Tocarse la nariz es lo que tiene que evitar, cortarles bien la uñas, humectar la fosa nasal, para que la nariz no esté reseca” y también se refirió a productos “no invasivos” para no llegar a la cauterización.

En esos casos, resaltó que lo mejor es “tranquilizarse” y después colocar un algodón pequeño humedecido con agua oxigenada dentro de la nariz y presionar “a la altura de la terminación de los huesos y el comienzo de la parte cartilaginosa”.

“Siempre sugiero que el niño esté sentado, con compresión en la nariz, y que ese sangrado tiende a parar a los 20 minutos. Uno pretende que sea antes, pero es un sangrado que no reviste gravedad ni va a comprometer al niño”, enfatizó Villalta.

Ronquidos

En cuanto a los ronquidos, diferenció la situación en adultos y en niños. “Lo primero que hay que hacer es saber si es un ronquido que le puede molestar al que está al lado o si viene acompañado de pausas respiratorias”, planteó.

En esos últimos casos, alertó que es importante definir si el paciente “ronca y hace apneas, que son pausas respiratorias”, ya que resulta “malo para la salud porque durante ese rato que estamos sin respirar hay un esfuerzo cardiovascular”, explicó la profesional.

En caso que no realice apneas, hay un abordaje distinto. Primero “controlar que el paciente esté bien, que no tenga ninguna alteración en la tiroides, en otro plano ver el peso, si toma una pastilla para dormir y se relaja demasiado”.

Después hay casos en los que, por alteraciones anatómicas, una persona es “candidata a una cirugía”, pero “siempre hay cosas para hacer, desde medicamentos hasta lo quirúrgico”.

Otra consulta frecuente se encuentra vinculada a los zumbidos. La recomendación es revisar los oídos. Si están bien, “hay que determinar si no tiene una pérdida auditiva asociada por alguna actividad laboral”. En otros casos, tienen que ver con contracturas cervicales, mandibulares.

“Es muy difícil tratar el zumbido, pero hay estrategias para hacerlo. Mi recomendación es que no dejen pasar el tiempo y consulten lo más rápido posible”, concluyó.